lunes, 16 de noviembre de 2009

Critico lo que no me gusta

No me gustan los políticos que anteponen sus propios intereses por encima de los intereses de su partido y del bien de la sociedad, que es en realidad es a la que se deben, y por la que tienen que trabajar. Los que no busquen estos no tendrían que estar en la política, me da igual, en el partido en que militen. Que se monten su propia empresa. No me cansaré de repetir que un político/a, lo máximo que debiera estar en un cargo público es ocho años. Así nadie se le subiría los humos, ni se creería que es imprescindible, ni caería en malas tentaciones.
El/la que esté en un cargo publico, no puede olvidar, el que tendría que ser siempre su principal objetivo, el trabajar por una sociedad más justa e igualitaria para todos.
Pienso que los que se dedican a la política tendría que venir de algún sitio, de algún puesto de trabajo anterior, para poder volver al mismo, cuando termine, de esta forma no se aferrarían tanto al puesto. El que ocupa un cargo político, no puede haber nacido y criarse en el seno de un partido, porque, si es así, no conoce otro mundo, otra profesión, otros trabajos.
La política no puede se el medio de vida de nadie, hay que considerar esto como un periodo transitorio de la vida del individuo, que está aquí de paso. Si esto fuera así todos pondrían más interés e ilusión y ninguno se atrevería a meterse en líos de corrupciones, malversaciones, enchufismo y favoritismo con sus familiares y amigos.
Hay que ser muy escrupulosos, por parte de los responsables que los colocan. Mirar su pasado, sus vienes, sus inquietudes, así como ir vigilado, una vez que ocupan un puestos, su nivel económico, su modo de vida, sus propiedades. En la política no debe valer cualquiera, ni debe valer todo. Cuando exista indicio de algo, no se le puede echar un capote a nadie, tampoco juzgarlo antes de tiempo, pero sí vigilarlo e ir cerrando su cerco, porque puede sucede , que esos que los protegen, mañana tengan que hacer lo contrario.
El desencanto que existe en la sociedad con respecto a los políticos, por supuesto, que tienen sus fundamentos tales como:
· Aquí vale cualquiera.
· Esto es para toda la vida.
· No hay control.
· Se cumbre unos a otros.
· Todos hablan de crisis, pero pocos se rebajan sus sueldos.
· Si en los diferente entes, le falta liquidez, ellos nunca se quedan si cobrar pero si la empresas colaboradoras, generando con ello más crisis, más paro, más desempleo.
· La política es algo tan cerrado que sólo entran los familiares y amigos.
· Para muchos políticos no existe la jubilación.
· La zancadilla y los codazos o el no te mueva, que si no sales en la foto, su actividad favorita.
· Si no opinas como algún individuo, estás en contra. En este caso no importa la ideología de partido.
· No cuidan sus bases ni sus militantes. La misión de éstos trabajar para que unos cuantos suban.
· No existe grandes acuerdo ante los grandes problemas, que afectan a nuestra sociedad, enorme contradicción, si todos dicen que lo más importante es la sociedad y el bienestar de sus individuos.
Todas estas cosas, y algunas más, producen dos efectos contradictorios, malo par los partidos: a) que todos quieran ser políticos/as, b) que otros muchos, pasen de políticas y de los partidos. Cuando sucede esto, se está llegando a una degradación, mala para una sociedad democrática.
Tengo mi propia ideología, y la defiendo por encima de todo, pero ello no me impide que sea crítica con aquellos que nos gobiernan. Todas mis críticas quiero que sean constructivas y que los cargos públicos analicen las mismas, por si pueden sacar algunas conclusiones.
Es verdad que todos los partidos políticos no son iguales pero hay actuaciones bastantes similares, que se deberían cambiar, si quieren que el ciudadano de a pié note las diferencias, para que no metan a todos en el mismo saco.